En los últimos diez años hemos cambiado. La forma en que organizamos nuestra vida, nuestro modo de adquirir un bien e incluso la manera de relacionarnos con quienes nos rodean – por decir algunos ejemplos – nos han llevado a solucionar aspectos de nuestra vida pero a la vez, nos perjudicó en otros.
Evadir un trato más natural hizo que cada día más organizaciones valoren altamente ciertas aptitudes; hecho que se refleja en un estudio realizado por la consultora Wonderlic en el 2016, que señala que 93% de los empleadores consideran muy importante desarrollar Soft Skills o Habilidades Blandas. Entérate más a continuación.
Definición
Se conoce a las habilidades blandas como competencias personales que tienen como finalidad incentivar y reforzar relaciones interpersonales en conjunto con otros individuos que conforman nuestro equipo. Estas, nos preparan para hacer frente a diversas situaciones que impliquen el llevado a cabo de proyectos, un buen clima laboral, la propuesta de nuevas ideas para el crecimiento, entre otras tareas.
Estas habilidades pueden adquirirse mientras nos formamos como profesionales y a través de la experiencia laboral, cuando interactuamos con nuestros compañeros de estudio en asignaturas grupales, o mientras trabajamos con nuestros colegas en el día a día del mundo laboral.
¿Por qué son tan demandadas?
Hoy, las empresas necesitan que volvamos a relacionarnos; que miremos más allá de la tecnología y nuestros conocimientos teóricos para que nuevamente -bajo los principios fundamentales de una comunicación efectiva- pongamos nuestro saber en práctica y se llegue al éxito del trabajo en equipo.
En Febrero del 2018, la agencia InfoJobs realizó una encuesta, utilizando como muestra a 1,062 responsables de reclutamiento. En dicha encuesta, se consideró que el 78% de trabajadores activos considera estas habilidades como diferenciales dentro de las empresas al momento de conseguir empleo, mientras que el personal de reclutamiento considera como habilidades blandas prioritarias: la capacidad de trabajar en equipo, la capacidad para resolver conflictos, la capacidad de tomar decisiones, la adaptación al cambio y la capacidad de comunicarnos eficientemente.
Si sentiste que no cuentas con una de ellas, tranquilo/a, no es tarde. Sigue leyendo, y entérate cómo a partir de los siguientes ejercicios descubrirás las habilidades blandas con las que más te destacarás a futuro.
Aprende a desarrollarlas
Todos tenemos cualidades que nos hacen especiales y nos destacan sobre el resto. Sólo hace falta mirar en nuestro interior y con los siguientes ejercicios lo lograrás:
1. Gestiona tus emociones
El hacernos cargo de las emociones que tenemos, nos hace tener mayor control sobre situaciones de alta dificultad que puedan manifestarse en el trabajo: momentos de mucho estrés, crisis, pérdidas repentinas o temporadas de alta demanda.
Para que tengas mayor control sobre lo que sientes y n o peligren tus estribos, te aconsejamos ser consciente de aquellas situaciones que gatillan las emociones que, personalmente, consideras como una debilidad, como por ejemplo: el enojo, la euforia, el miedo o la tristeza.
Tener esta información te ayudará a idear un plan que te ayude a aprovechar de forma positiva tus emociones y abrir posibilidades, dándote una actitud proactiva frente a las dificultades.
2. Trabaja en tu concentración
Concentrarnos es fundamental para poder canalizar nuestras energías en el desarrollo de tareas y la realización de proyectos extensos, de aquellos que pueden durar meses. Para ello, te aconsejamos trabajar arduamente en tu compromiso.
Si bien, muchos creen que el compromiso es algo que se logra únicamente cuando nos mentalizamos en querer lograr algo o cuando estamos enfocados en una sola cosa; sin embargo, esta cualidad está siempre presente, aunque no seamos conscientes de ello.
El compromiso está presente incluso cuando nos quejamos del por qué no logramos algo que anhelábamos. Cuando esto sucede, estamos enfocándonos en dar explicaciones y no en accionar para hacer algo al respecto.
Para desarrollar un compromiso que genere resultados positivos, te recomendamos conectarte con tu interior y enfocar tu motivación a tus intereses, a aquella Realidad Ideal que quieres alcanzar a futuro, como por ejemplo: ser el mejor profesional de tu rubro.
3. Dispone de energías que contagian
Si restamos tus horas de sueño, el tiempo que pasas en el transporte público y tu tiempo en el trabajo, he de considerar que pasas la mayor parte de tu día en tu centro de laburo. Por ello, es esencial que recrees un espacio cómodo y saludable mental y emocionalmente para vos. He ahí donde juega nuestra actitud.
Nuestra actitud es esencial para hacer nuestro entorno positivo. ¿Te ha pasado que ingresas a una oficina y detectas instantáneamente el ambiente de dicho lugar? Esto puede reflejarse en las interacciones entre cada miembro del equipo.
Para lograr que tus energías positivas te ayuden a ti y a tu entorno a gozar de un clima laboral dinámico y atractivo, es fundamental trabajar en una comunicación efectiva a través de los pedidos que realizamos a otros, las ofertas de ayuda que brindamos y en el cumplimiento de las promesas que hagamos. Esto fomentará la confianza y el apoyo en la oficina donde te desempeñes.
4. Conecta tu cuerpo al quehacer diario
Saber conectar nuestro cuerpo y mente con nuestras ocupaciones es esencial para no realizar las cosas por obligación, sino por vocación. Esto se logra cuando logramos poner en primera instancia nuestro Ser; es decir “quien estamos siendo”.
Para ello, te invitamos a preguntarte si lo que haces hoy está conectado con lo que quieres ser. Si la respuesta es sí, es que tus ocupaciones se conectan con lo que más valoras; de lo contrario, te invitamos a hacer un análisis de tus prioridades.
Como conclusión, tan sólo basta con mirar en nuestro interior para poder desarrollar las habilidades blandas que nos definan más como profesionales. No todos tenemos la misma forma de desarrollarlas, por ello, te invitamos a iniciar el camino del autoconocimiento con nosotros.
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