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Empezás el día de forma ajetreada y te sientes enojado, pero al llegar al trabajo te informan que fuiste ascendido y mágicamente, tu día mejora y te sientes alegre. Estas son las emociones y varían con mucha facilidad gracias a diversos factores que se dan a nuestro alrededor, a diferencia de los estados de ánimo.
Pero, si este artículo trata de los Estados de Ánimo, ¿por qué hablamos de las Emociones? Te lo explicamos: cuando una emoción se apodera de nosotros por un largo periodo de tiempo, se vuelve un poco difusa y se transforma en un estado de ánimo.
Las emociones están ligadas al individuo; pero en contraparte, los estados de ánimo pueden hacerse parte de todo un grupo de personas como: la familia, el círculo social o incluso el ambiente laboral, también conocido como “Clima Laboral” ¿Te animas a influir en este de forma positiva? Entonces, seguí leyendo.
Aprende a reconocerlos
A veces, un Clima Laboral negativo es difícil de identificar; especialmente cuando se es un jefe y los empleados a cargo se muestran de forma distinta. Por ello, antes de apresurarnos a la solución, te enseñaremos a identificar el estado de ánimo presente en tu equipo.
Como anteriormente mencionamos, los estados de ánimo son emociones que se extienden hasta abarcar largos periodos de tiempo; pero cuando esto sucede, “cambian” y se transforman en algo más profundo. Por ejemplo: Cuando la emoción del miedo hacia algo se vuelve permanente, se transforma en una fobia. Cuando tu enojo hacia alguien se hace prolongado, se transforma en resentimiento.
Te invitamos a tomarte unos minutos para responder: ¿de qué emoción podría estar derivando el estado de ánimo de tu ambito laboral?
¿A qué nos predisponen?
Los estados de ánimo no sólo son el cómo nos sentimos por dentro; también el cómo nos mostramos y cómo interactuamos con la sociedad que nos rodea. Un estado de ánimo negativo dentro de una organización puede llevar a la desmotivación del personal, el bajo rendimiento, los malos entendidos, al surgimiento de gente tóxica o en el peor de los casos: a la renuncia de nuestros valiosos colaboradores.
Un estado de ánimo de resentimiento hacia la empresa, de miedo hacia el jefe o de resignación por la falta de metas alcanzadas, puede crear situaciones innecesarias y desagradables; por ello hoy en día es necesario mirar alrededor, prestar atención y a cada individuo como una importante pieza y universo que va más allá del trabajo.
¿Cómo podemos re-diseñarlos?
Primero debemos ser conscientes. Si hablamos a nivel de individuos podemos decir que esto se logra observándonos a nosotros mismos y reconociendo nuestro sentir, y a partir de ello acudir a un tipo de terapia, como el Coaching Ontológico; sin embargo, cuando se trata de un equipo de trabajo, primero hace falta conocer a todos.
Para ello, es recomendable dar el primer paso haciendo un diagnóstico o estudio de Clima Organizacional. Este podrás realizarlo de la mano del personal de Recursos Humanos de tu empresa y un Coach. A partir de ello, contarás con mayor información que te cuente sobre los integrantes de tu equipo: sus edades, ocupaciones, expectativas, intereses, percepción sobre la empresa y su opinión.
Luego tendrás el pase libre para accionar de forma segura, pues tendrás mayor idea de lo que pasa con tu personal y las posibles oportunidades que tendrás a tu alcance para mejorar el estado de ánimo de todos.
¡Ahora sí, pasemos a la acción!
Ahora que ya sabes cómo identificar el estado de ánimo de tu equipo, su importancia, y qué debes hacer antes de establecer un plan, llegó el momento de lo más importante: actuar.
Después de contar con la percepción del Estado de Ánimo laboral, el siguiente paso es la aceptación de la situación que están atravesando. Por ejemplo, aceptar que la crisis económica ocasionó que las ventas disminuyan y por tanto, que el área de ventas tenga un estado de ánimo de resignación al no lograr los objetivos que solían alcanzar en el pasado.
Aceptar que las cosas son como son y no necesariamente como quisiéramos que sean, nos ayuda a ser sensatos y buscar nuevas posibilidades. Si volvemos al caso anterior, los siguientes pasos podrían ser: establecer metas más razonables, hacer que tu equipo se sienta más importante, enfocarse a un público nuevo, etcétera.
¡Recordá que esto dependerá mucho del diagnóstico de tu equipo!
En conclusión, todo parte de una escucha comprometida y consciente. Partiendo de dicho punto serás capaz de reconocer a tu equipo más allá de la fuerza laboral que representan; sabrás sobre sus inquietudes y lo más importante: su sentir ante la raíz del problema y el cómo actuar al respecto.
Como verás, el estado de ánimo sea colectivo no lo hace imposible de tratar; con ayuda de una disciplina como el Coaching Ontológico, lograrás mejores resultados y estrechar lazos de equipo. En caso que estés trabajando en un instituto educativo y que quieras potenciar sus individualidades es necesario contar con un coach educativo
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