Los Juicios en Coaching Ontológico: cómo influyen en tu realidad
- Diego Lerner

- 2 nov
- 2 Min. de lectura
Entender los juicios desde el coaching ontológico
“No existe la verdad, existe sólo la interpretación.” — Nietzsche

En coaching ontológico, un juicio es una forma de pensamiento que surge cuando no conocemos todos los hechos y necesitamos completar una historia. Emitimos juicios constantemente: sobre los demás, sobre las situaciones… y sobre nosotros mismos. Algunos de ellos nos abren posibilidades, mientras que otros las cierran.
Por ejemplo:
“Soy muy joven, nadie me toma en serio” puede cerrarte puertas.
Pero “Soy joven, tengo energía y tiempo para aprender” abre caminos.
“No tengo experiencia suficiente” puede limitarte.
Pero “Cada proyecto nuevo me da la oportunidad de aprender algo distinto” te impulsa.
“Siempre me cuesta adaptarme a los cambios” puede frenarte.
Pero “Los cambios me desafían y me ayudan a crecer” abre nuevas posibilidades.
La diferencia no está en el hecho, sino en la interpretación que hacés de él.
Juicios que abren y juicios que cierran
Los juicios que abren posibilidades nos impulsan a actuar desde la confianza, la proactividad y la apertura.Los que cierran posibilidades, en cambio, se apoyan en miedos, comparaciones o creencias limitantes que restringen nuestra acción.
El desafío está en distinguirlos: reconocer cuándo una interpretación nos impulsa y cuándo nos detiene.

Cambiar la mirada: de la reacción a la elección
“Los líderes son aquellas personas que tienen a sus juicios, y no al revés.”
Asumir esta actitud implica no reaccionar automáticamente, sino revisar qué hay detrás de cada juicio.
Para lograrlo, el coaching propone fundamentar los juicios, preguntándonos:
¿Para qué emito este juicio? Todo juicio tiene una intención, aunque no siempre la reconozcamos.
¿Desde qué experiencia o estándar lo sostengo? Nuestros juicios se apoyan en experiencias pasadas o en modelos que aprendimos: familia, cultura, educación, trabajo.
¿En qué ámbito aparece (familia, trabajo, relaciones)? Un mismo juicio puede tener distinto impacto según el contexto.
Quizás te percibís “poco expresivo” en el trabajo, pero muy abierto en tu grupo de amigos.
¿Hay hechos concretos que lo respalden?
Esta pregunta te invita a separar hechos de interpretaciones. ¿Tenés evidencias reales o solo estás repitiendo una historia interna?Si no hay hechos concretos, probablemente sea un juicio infundado que podés revisar y transformar.
Cuando exploramos nuestros juicios en coaching ontológico, descubrimos qué pensamientos nos limitan y cuáles nos impulsan a accionar desde nuevas posibilidades.
Un cierre para reflexionar
A veces no es el mundo el que cambia, sino la forma en que lo miramos.
Cuando modificamos la interpretación, los hechos siguen siendo los mismos, pero nosotros ya no somos iguales.
Y desde ese nuevo lugar, aparecen nuevas posibilidades.
En síntesis
Los juicios son inevitables, pero también son una oportunidad para conocernos y elegir cómo mirar la vida. Cuando aprendemos a reconocerlos, cuestionarlos y transformarlos, ampliamos nuestro poder de acción y abrimos la puerta a nuevas posibilidades.











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