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¿Cuánto afecta el estrés a tu vida?

ILCE

En la vida cotidiana, suceden situaciones que exceden nuestras posibilidades; donde se desbordan nuestras emociones, sensaciones corporales y pensamientos. A esto, generalmente conocemos bajo el nombre de estrés.


¿Qué es el estrés?

El estrés es una reacción que aparece en nosotros ante situaciones que consideramos difíciles, donde no sabemos cómo actuar y mucho menos qué solución dar. De alguna manera, nuestra capacidad de respuesta la ponemos en duda en dichos momentos, manifestando nuestro estado de manera física y emocional.


El ciclo del estrés cuenta con diferentes etapas que cada persona vive de manera particular de acuerdo a su edad, Inteligencia emocional y personalidad -por mencionar algunos de los elementos clave para lidiar con las situaciones que lo causan-; estas son las etapas de alarma, resistencia y agotamiento.



Cuando estamos estresados, tendemos a sentirnos agotados/as.


Efectos en la vida personal

En su artículo “Relación del estrés percibido y dificultades de sueño” las Dras. Magdalena López y Fabiola Iglesia, de la Universidad Católica Argentina, dicen:


“No todos los estados de estrés o de amenaza a la homeostasis son nocivos. Hablamos de distrés y eustrés para indicar que se puede percibir un estímulo “nocivo” como placentero o excitante cuando la demanda sobre la homeostasis fuera leve, corta y controlable, y que podía ser un estímulo positivo para el crecimiento emocional, intelectual y, en general, para el desarrollo. Sin embargo, las situaciones de distrés severas, continuas e incontrolables podrían conducir a un estado de enfermedad psicológica y física.”

Es decir, tenemos dentro del estrés una función que nos pone al servicio de lo que queremos lograr y una disfunción cuando no sabemos cómo gestionarlo.


A continuación, te comparto 5 tips que quiero compartirte para que aprendas a gestionarlo:


Tip 1: Habla con tu estrés

Una forma de poder gestionar la funcionalidad de tu estrés es que tengas conversaciones con vos para identificar qué es lo que te está ocurriendo. No basta sólo con distinguir los síntomas físicos o con hacer dinámicas que relajen al cuerpo como lo es la meditación o el yoga; es necesario que en primer lugar, identifiques cuál es la amenaza que está disparando esta reacción.

La mejor forma de saberlo es que aprendas a escucharte y escuchar qué mensaje te dispara esta sensación. De esta manera sabrás qué es lo que te está generando sentirte así.


Tip 2: Identifica la necesidad detrás

Detrás de todo lo que nos ocurre podemos también identificar una necesidad que no está siendo satisfecha; por lo que una vez que empieces a conversar con vos y con tu estrés, aprenderás a escuchar cuál es la necesidad que requiere atención.

Es un camino de profundidad: primero distinguís desde tus sensaciones corporales, luego lo qué te ocurre y así, estarás preparado para descubrir que necesidad tuya está en juego. Si no sabes lo que necesitas, es poco probable que consigas desaparecer el estrés.


Identifica tus necesidades detrás del estrés. ¡Puedes anotarlas!


Tip 3: Pide ayuda a tu entono

Abrir un espacio de conversación con uno mismo/a es importante; pero también lo es con nuestro entorno. A veces se trata de pedir ser escuchado, de pedir ayuda específica para hacer algo.

Si tus seres queridos no están al tanto de lo que te ocurre internamente, tal vez no se den cuenta por sí mismos que necesitas ayuda. Si bien sería genial que los demás se anticipen, la realidad es que no son psíquicos y si necesitas algo, debes pedirlo.


Tip 4: Contrata un coach

Si los tips anteriores no te han resultado o crees que no te servirán, te invito a que contrates a un coach profesional para que te acompañe en el mundo de las conversaciones internas y aprendas a realizar pedidos a tu entorno.

Lo cierto es que no se nos prepara para este tipo de conversaciones en la vida y que muchas veces no sabemos ni cómo empezar. Por ello, nosotros como coaches, acompañamos a que la persona por sí misma articule lo que le ocurre, sin inducirla ni decirle qué tiene que hacer; simplemente escuchando y acompañando.

Hacer tu proceso personal de coaching te facilitará la conexión con tu mundo interno, no solo con el estrés sino con todas las emociones y situaciones de tu vida.


Un Coach facilitará tu conexión con tu mundo interno.


Tip 5: Aprende coaching


Y si quieres dar un paso más dentro de esta aventura, te invito a que vivas el proceso de formación como Coach Ontológico. Aquí aprenderás a acompañar a otros en sus procesos pero el foco primero siempre será en ti y tu transformación.

Independientemente de si quieres ser un coach profesional o no, las actividades y el proceso compartido con tus compañeros y mentores hará de este camino un espacio compartido, con personas que a su manera están recorriendo un camino parecido al tuyo.

No te olvides que seguramente te sirva realizar un curso de Inteligencia emocional para poder mejorar la gestión de tus emociones.

Si buscas que alguien deje el estrés, tendrás todas las herramientas del Coaching con la coherencia de haber vivido tu propia transformación personal mientras curses la carrera.

En conclusión, a pesar que el estrés tenga mala prensa y tendamos a vivirlo como algo negativo, en realidad tiene la función de ponernos en acción para ocuparnos de las “amenazas” que surgen. El saber gestionarlo hará la diferencia.




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